Tras de mí, el laberinto quedaba como un vago recuerdo. Estaba emocionado, aunque algo temeroso, de lo que pudiera encontrar tras el umbral de la puerta de Bambú, como así la llamaba el duende Oxfo, que me acompañó, fielmente, los mil días que necesité hasta hallar la codiciada puerta.
El pomo no animaba a tocar, pues en el inconsciente me quedó grabada la feroz sombra del minotauro.
Temeroso, aunque emocionado, me animé a llamar. Al golpear el pomo, sentí como la puerta se abrió del impacto. Tras de sí, quedaron los oscuros días, y una luz de sempiterna apariencia iluminaba el camino.
Contemplé la belleza natural que me rodeaba. Aquel paraje asemejaba ser, en mi deseo, el jardín del edén.
A lo lejos se apreciaba una especie de palacio rodeado de una colorida fuente de vida.
Trepé por la balconada y, arrebatado por el encanto del lugar, no dudé en penetrar el espacio.
Me senté en el borde de la fuente, mojando mis dedos en un acto de afectiva unión con el entorno. Al poco tiempo, me pareció escuchar un caminar lento. Me incorporé y me acerqué rápidamente a la ventana para comprobar si había alguien en el interior. No pude ver de quién podía tratarse. Me aventuré y decidí entrar por la puerta que había en un lateral.
En la cocina una olla humeaba. Interesante huella que alguien había apagado recientemente. En la estancia contigua a la cocina de nuevo me pareció oír pasos, que al percibir los míos, aceleraron el ritmo. Al entrar, vi en el suelo un zueco perdido. Miré por la ventana,
pero no pude ver hacia dónde se dirigió el dueño del zapato. Continué explorando la siguiente estancia, y cuál fue mi sorpresa al advertir que el otro zueco estaba colocado en una estantería.
Estaba anocheciendo y, aunque no quería permanecer allí más allá del crepúsculo, la curiosidad venció al ansia de libertad, y conformé pasar una noche más.
Continuará...









Y qué había detrás de la primera puerta????
ResponderEliminarQue emoción ver el zueco, y sobre todo esos umbrales que hacen que quien mira desee entrar. Gracias por esta literatura visual Juan Fran
La primera puerta es la que aparece en la fotografía, la puerta de bambú... 😉 Gracias a ti por tu receptividad. Me gusta el término literatura visual !! Un abrazo y nos vemos en la próxima ❤
ResponderEliminarLa primera puerta es la que aparece en la fotografía, la puerta de bambú... 😉 Gracias a ti por tu receptividad. Me gusta el término literatura visual !! Un abrazo y nos vemos en la próxima ❤
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